lunes, 23 de febrero de 2009

La Realidad


"..Agazapado espero como una rata bajo las piedras escondido, por que a la vida era lo unico que le da sentido.

Acostumbrado a escapar de la realidad perdi el sentido del camino.. ..y envejeci cien años más de tanto andar perdido.

Y me busco en la memoria el rincon donde perdí la razón, y la encuentro donde se me perdió cuando dijiste que no.

Hice un barquito de papel para irte a ver se hundió por culpa del rocio y me pregunto como vamos a cruzar el río..

Y me busco en la memoria el rincon donde perdí la razón y la encuentro donde se me perdió cuando dijiste que no.

Sin ser, me vuelvo duro como una roca si no puedo acercarme ni oir los versos que me dicta esa boca..

..y ahora que ya no hay nada, ni dar la parte de dar que a mi me toca, por eso no he dejado de andar.."


Cuarto Movimiento. Letra de Extremoduro.

miércoles, 11 de febrero de 2009

La Banda Sonora de Nuestras Vidas




A veces los recuerdos nos aniquilan, nos menguan, nos turban. Hasta el punto de perder la noción del tiempo y del espacio, de dejarnos hundidos en la zanja más honda.


Quisiéramos retroceder sólo para quedarnos con aquellos recuerdos que no nos hiciesen daño, que no consigan desestabilizarnos, que no puedan golpearnos como si fuésemos un saco de boxeo.


Ni una llamada. Ni una señal. Nada de nada...


Todo sería más fácil de habernos separado aquella noche de luna de final de verano, después de las sonrisas y los buenos deseos. Tras los abrazos y las buenas intenciones, el brillo de nuestros ojos y la banda sonora de nuestra historia.


Tanto ir y venir, tanto y tan cambiante en tan poco tiempo...


Dejé de ser importante, fundamental y conveniente para tí. Perdimos toda la solidez y la vitalidad para afrontar que nada es para siempre...y que, a pesar de todas esas palabras, de todos esos besos y canciones, solo nos quedará el vacío, pues no fuiste capaz de decir nada, de hacer nada, de afrontar por una vez algo en tu vida...


martes, 10 de febrero de 2009

"El Extranjero", Albert Camus


"..Todo fue muy rápido después. La audiencia se levantó. Al salir del Palacio de Justicia para subir al coche reconocí en un breve instante el olor y el color de la noche de verano. En la oscuridad de la cárcel rodante encontré uno por uno, surgidos de lo hondo de mi fatiga, todos los ruidos familiares de una ciudad que amaba y de cierta hora en la que ocurríame sentirme feliz.

El grito de los vendedores de diarios en el aire calmo de la tarde, los últimos pájaros en la plaza, el pregón de los vendedores de emparedados, la queja de los tranvías en los recodos elevados de la ciudad y el rumor del cielo antes de que la noche caiga sobre el puerto, todo esto recomponía para mí un itinerario de ciego, que conocía bien antes de entrar a la cárcel. Sí, era la hora en la que, hace ya mucho tiempo, me sentía contento. Entonces me esperaba siempre un sueño ligero y sin pesadillas. Y sin embargo, había cambiado, pues a la espera del día siguiente fue la celda lo que volví a encontrar. Como si los caminos familiares trazados en los cielos de verano pudiesen conducir tanto a las cárceles como a los sueños inocentes.."