martes, 29 de septiembre de 2009

La vida misma


"..A veces la vida me parece de lo más extraña. Un día aquí, otro allí. Somos como motas de polvo espolvoreadas por la superficie lunar, como pequeños insectos revoloteando sin sentido alguno por medio de la selva amazónica. Los seres humanos estamos hechos de piel y hueso...pero también de lluvia y de arena, de luz y de sombras, de sangre y azúcar, de viento y de llanto. Nos componemos de saliva y quebranto, de miedo y sonrisa, de egoísmo, fuego, amor, deseos, abrazos e imperfección. ¿Cuántas veces hemos deseado volar? ¿Y ser diferentes? ¿Y ser felices como conseguimos serlo en aquella época de nuestras vidas?

Palabras que se las lleva el viento..y gente que se preocupa demasiado por todo. Personas que se matan entre ellas y parejas que se quieren pero que no pueden estar juntas. Dictadores del siglo XXI y huelgas de hambre, horribles corridas de toros y despedidas. Gripe 'A', Rock, Jazz y miseria. Niños que sonríen y otros que no tienen qué llevarse a la boca, andenes de despedida y honestidad, muy poca honestidad. Realidad y ficción. Vispera y mañana. Dentro y fuera. Páginas y más páginas. Aquí y ahora. Sueño eterno. La vida misma.."

martes, 1 de septiembre de 2009

El Refugio




He habitado dentro de mí todo el dia. Buscándome mientras me perdía entre la gente. Sonaba Joy Division en el ipod y mi paso era constante e inquebrantable. Creo que hacía tiempo que no caminaba tanto. Intentaba refugiarme en mí mismo, sin dar explicaciones ni tener que seguir con atención cualquier tipo de conversación insustancial, sin tener que escuchar a nadie ni irritarme por cualquier tipo de pregunta lanzada al azar. Mi música y mis pensamientos. Es lo único que me importa ahora mismo.

He estado todo el dia caminando y tengo los pies destrozados. Ahora solo me importa llegar a casa y llenar mi estómago lo antes posible, beberme una botella de vino y reposar sobre mi abominable trasero de cincuentón. Quiero poder elegir entre tumbarme en la cama y mirar al techo o quedarme en el sofá, encender la televisión y pasar de canal en canal sin el mas mínimo interés en el contenido de la misma, con la mirada perdida. No importa lo que haga. Mi vida dejó de tener sentido muchos años atrás, cuando dejé de apreciar lo realmente importante.
Me estoy volviendo huraño por las tribulaciones que rondan en mi cabeza, por todo aquello que doy por perdido y que pienso que nunca volverá. Me abrumo al pensar en buenos tiempos del pasado, en cada uno de los viajes que realicé con mis amigos del instituto, en las muchas noches que pasé al lado de alguna mujer, y creo que sobretodo, en lo que me ofreció cada una de ellas. Me desmorono al pensar que los días buenos siempre pasan rápido, que nunca jamás se repiten. Soy consciente de las mil y una cagadas que cometí y que jamás podré subsanar. Somos esclavos de nuestras palabras y de nuestros actos, y muchas veces, una palabra inadecuada o un mal gesto puede cambiar el signo de nuestra historia. Así funciona, no existe nada más.

Y no existe nada más porque dejé de lado las buenas costumbres, porque dejé de pensar que existen días buenos, así como también existen los malos. Que en esos días no te paras a pensar cómo estás, porque estás vivito y coleando, porque tienes una suerte tremenda por haber vivido todas esas cosas y poder contarlas. No existe nada más porque soy un egoísta y nunca tuve suficiente, nunca supe pararme a pensar en lo mucho que le debo a la vida y nunca podré devolverle. Porque el mundo podría ser un lugar maravillosos en donde vivir si no quisieramos siempre lo que no podemos tener y dejáramos atrás la hipótesis de que el mundo gira alrededor de nuestro ombligo.



¿Será demasiado tarde para telefonear a mi hija y decirle que la quiero?